miércoles, 2 de diciembre de 2009

Ceunto de los conventillos

Yo era un Italiano que estaba viviendo en un conventillo en Argentina, mas precisamente en La Boca. Tenia un trabajo en el puerto y me despreocupaba por los problemas de impuestos y de salud que había donde vivía. Pero una mañana cuando llego a mi trabajo me encontré con que todos los obreros y marineros de donde trabajaba estaban en huelga y reclamaban por mejoras de condiciones de trabajo, y un sábado inglés (donde se trabaja solo medio día).
Mi amigo Dominico también se encontraba en este movimiento obrero, ya que el estaba pasando por un mal momento económico.
Pasaban las horas, los días pero solo obteníamos como respuestas peleas con las autoridades. Un martes luego del almuerzo llegaron una gran cantidad de militares armados, diciendo que nos pongamos a trabajar o nos retiremos porque sino iba a correr sangre. Pero nosotros no nos íbamos a resignar a nuestras convicciones con esa facilidad y tratamos de luchar. Tristemente muchos de mis compañeros resultaron gravemente heridos, y entre ellos estaba mi amigo Dominico. Luego de unos días Dominico falleció.
Luego de lo ocurrido, generamos un movimiento obrero más grande todavía con trabajadores de otros lugares, fábricas y sectores del puerto.
El gobierno dio la palabra de que si continuábamos con esta huelgas y movilizaciones utilizaría todavía mas la represión. Nosotros no le dimos interés a esto y continuamos luchando contra las autoridades y reclamado por nuestros derechos laborales. El cabecilla de nuestra organización era Álvaro Fernández, quien tenía una ideología y una visión de la sociedad muy clara. El decía que teníamos que reclamar por nuestros derechos.
Luego de muchas peleas con las autoridades el gobierno amenazó con echarnos del país, pero nosotros seguimos con nuestra lucha por defender nuestros ideales.
La semana siguiente llegaron las autoridades leyendo una ley que decía que aquellos inmigrantes que hayan actuado en contra de las autoridades iban a ser expulsados del país. Y por lo tanto fui expulsado junto con otros inmigrantes que eran miembros de estos organizaciones obreras.

Cuento de los conventillos

Yo era un Italiano que estaba viviendo en un conventillo en Argentina, mas precisamente en La Boca. Tenia un trabajo en el puerto y me despreocupaba por los problemas de impuestos y de salud que había donde vivía. Pero una mañana cuando llego a mi trabajo me encontré con que todos los obreros y marineros de donde trabajaba estaban en huelga y reclamaban por mejoras de condiciones de trabajo, y un sábado inglés (donde se trabaja solo medio día).
Mi amigo Dominico también se encontraba en este movimiento obrero, ya que el estaba pasando por un mal momento económico.
Pasaban las horas, los días pero solo obteníamos como respuestas peleas con las autoridades. Un martes luego del almuerzo llegaron una gran cantidad de militares armados, diciendo que nos pongamos a trabajar o nos retiremos porque sino iba a correr sangre. Pero nosotros no nos íbamos a resignar a nuestras convicciones con esa facilidad y tratamos de luchar. Tristemente muchos de mis compañeros resultaron gravemente heridos, y entre ellos estaba mi amigo Dominico. Luego de unos días Dominico falleció.
Luego de lo ocurrido, generamos un movimiento obrero más grande todavía con trabajadores de otros lugares, fábricas y sectores del puerto.
El gobierno dio la palabra de que si continuábamos con esta huelgas y movilizaciones utilizaría todavía mas la represión. Nosotros no le dimos interés a esto y continuamos luchando contra las autoridades y reclamado por nuestros derechos laborales. El cabecilla de nuestra organización era Álvaro Fernández, quien tenía una ideología y una visión de la sociedad muy clara. El decía que teníamos que reclamar por nuestros derechos.
Luego de muchas peleas con las autoridades el gobierno amenazó con echarnos del país, pero nosotros seguimos con nuestra lucha por defender nuestros ideales.
La semana siguiente llegaron las autoridades leyendo una ley que decía que aquellos inmigrantes que hayan actuado en contra de las autoridades iban a ser expulsados del país. Y por lo tanto fui expulsado junto con otros inmigrantes que eran miembros de estos organizaciones obreras.